Prevención y mitigación de desastres
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APRIL, 2016

Foto de portada: Geomallas dinámicas para reducir el deslizamiento de rocas (fuente Andina) 

 

La prevención y mitigación de desastres nos permite convivir con la naturaleza y en sociedad reduciendo los impactos negativos que eventos extremos puedan tener sobre nosotros.

En este artículo comentaremos más sobre la importancia de estas dos palabras que pueden salvar muchas vidas.

La tierra tiene procesos naturales que conviven con la existencia de vida sobre ella: el ciclo del agua genera lluvias, el calentamiento de aguas reduce la presencia de ciertas especies en nuestro mar, los sismos nos generan de cuando en cuando un buen susto.

Pero es nuestra poca preparación la que generan desastres. No la naturaleza.

Vamos por partes. Un desastre es una alteración generada por un fenómeno de origen natural o por el ser humano, el cual interfiere en la vida humana y por lo tanto en la sociedad. Pero lejos de que la naturaleza sea la causa; los impactos en la infraestructura, las vidas y nuesta convivencia son el resultado de la falta de prevenición de las personas, empresas y del Estado (de modo accidental o intencional).

Veamos un ejemplo: Chosica, lluvias, casas construidas en lugares incorrectos y mala prevención. Esto no es natural, es resultado de la acción humana.

Momento exacto cuando el deslizamiento de rocas, debido a las lluvias, impacta sobre las casas en un cerro de Chosica.

Luego de ver este video, es claro que ni la naturaleza o el fenómeno de El Niño hicieron que elijamos construir en las pendientes de los cerros donde se generan deslizamientos periódicamente.

Consecuencias que deja el desborde del río en el distrito de San Juan de Lurigancho.

¿Desastres “naturales”? No, sino falta de prevención 

Está claro que la mayoría de fenómenos naturales no pueden impedirse; sin embargo, lo que sí se puede es reducir los daños ocasionados si es que situamos nuestras viviendas en lugares correctos y tomamos las medidas correspondientes.

Por ejemplo, el daño no podrá impedirse si se construyen edificios sin respetar las normas de construcción.

 

Un evento natural como un sismo, la caída de lluvias o el aumento de la temperatura son generados por procesos naturales ya conocidos. Pero no son estos eventos los que ocasionan los desastres, sino nuestra falta de prevención ante un fenómento natural.

Por eso es importante que actuemos, en especial nuestras instituciones, en el marco del la Gestión de Riesgo de Desastres

Este término conjuga la investigación científica y el registro de datos que nos permitan orienta las políticas, estrategias y acciones humanas en todos los niveles de gobierno y de la sociedad con la finalidad de proteger la vida de la población y el patrimonio de las personas y del Estado. El proceso de mitigar o prevenir desastres, es la gestión de riesgo.

Por ello, se define como la suma de todas las acciones tomadas antes, durante o después de un evento extremo para evitar desastres. Mas no es sólo una tarea técnica, sino que debe conducir a mejorar el bienestar general de la humanidad si se encuentra amenazada por eventos extremos.

Nuestro territorio y el cambio climático

El efecto negativo de los fenómenos naturales continuará aumentando a medida que el cambio climático agrave dichas tendencias. Según la empresa Munich Reinsurance Company, las pérdidas mundiales causadas por fenómenos naturales adversos se estimaron en USD 4200 billones entre 1980 y 2014.

Durante este periodo, tales pérdidas aumentaron rápidamente, subiendo de USD 50 000 millones anuales en los años ochenta a casi USD 200 000 millones anuales en la última década. Casi el 75 % de las pérdidas se puede atribuir a fenómenos climáticos extremos, y el cambio climático amenaza con sumir a otros 100 millones de personas en la pobreza extrema para el 2030.

¿Cómo evitar que esto ocurra?

Incorporar la gestión de riesgos de desastres en la planificación del desarrollo puede revertir la tendencia del aumento de los impactos negativos.

El crecimiento demográfico, la rápida urbanización y la contaminación, son factores que impulsan el crecimiento de los daños relacionados con los desastres. De acuerdo a las Naciones Unidas, más de dos terceras partes de la población mundial vivirá en ciudades antes de fines de 2050. Si los países actúan de manera decidida, se pueden salvar vidas y bienes. Sin embargo, muchas naciones en desarrollo no cuentan con  la experiencia ni los instrumentos para incorporar las posibles consecuencias de los fenómenos naturales adversos en sus decisiones de inversión.

En cuanto a las áreas del ciclo de desastres, explicaremos cada uno de sus componentes, ya que es difícil identificar el inicio y el fin de éstas.

 

  • Antes, cuando se tiene un período de calma o alerta, según el evento adverso que se esté analizando.
  1. Prevención: se refiere a tomar medidas a priori de un fenómeno natural para que no se convierta en un desastre. Por ejemplo: la siembra de árboles previene la erosión y los deslizamientos del terreno.
  2. La mitigación: es la aplicación de acciones para reducir la flaqueza que tenemos frente a las amenazas de la naturaleza. Por ejemplo: ciertas formas de construcción aseguran fortaleza de las viviendas frente a los huracanes.
  3. Preparación: ante los fenómenos que se pueden predecir, se procede a estructurar una respuesta rápida y eficaz.
  • Durante, etapa que puede durar lapsos de tiempo muy cortos o muy prolongados, en función de las características de impacto del fenómeno.
  1. Respuesta: comprenden búsqueda, rescate, socorro y asistencia a personas. Por ejemplo, las empresas administradoras de los servicios de agua y saneamiento deben responder de forma ágil – según lo diseñado en el plan de emergencia- así como tratar de mantener la mayor cantidad de agua en los tanques de almacenamiento, hasta que se sepa con seguridad la situación real de los sistemas. En la gran mayoría de los desastres, este período dura poco, con excepción de hambrunas, sequías o guerras.
  • Después, período en el cual se realizan actividades para recuperarse de las consecuencias del desastre, que pueden ser a corto, medio o largo plazo.
  1. Rehabilitación: transición posterior a la respuesta de emergencia, es aquí donde se restablecen los servicios básicos, como el abastecimiento de agua potable.
  2. Reconstrucción: se basa en reparar la infraestructura del lugar afectado y del sistema productivo, tratando de alcanzar el mismo nivel previo al desastre.